El lagar data del siglo XVIII(1768), según reza la piedra que en la pared del lagar apareció en su rehabilitación. Su construcción es consecuencia del auge que hubo en España durante el reinado de Carlos III, merced a la expansión económica que se vivió por la liberación de las aduanas e incremento de ingresos por el tráfico marítimo entre España-Europa y América. Otra prueba de ello, en la pequeña pedanía de Aldeayuso, fue la instalación del Crucero en la Plaza Mayor (1761), que edictos de Carlos III ordenaban su colocación a modo de «detentes» protectores contra el «maligno», entendiendo como tal en la España de La Ilustración, los enemigos de sus habitantes-agricultores, como los desastres naturales, nublados, pedriscos, asurados y heladas fuera de ciclo. También la vieja iglesia que data del s. XIV (1354), construida sobre una Torre Vigía del Castillo del Infante D. Juan Manuel de Peñafiel, se beneficio del desarrollo económico de la Ilustración ya que se le doto de la Espadaña que realizo en 1766 el maestro Rojas de Palencia.
El Lagar dejó de utilizarse en 1982, ante la funcionalidad de las nuevas y modernas bodegas que al amparo de la D.O. Ribera de Duero proliferan desde entonces. Sin embargo, el lagar, la cara oculta del vino, ha mantenido completo todo su mecanismo, pudiendo volver a prensar en las vendimias. De hecho es una actividad que LAVIDA ofrece a sus clientes, siempre bajo reserva y un mínimo de 18 personas en Octubre.